Una mujer de Florida fue detenida tras provocar un
accidente de tráfico porque se estaba afeitando las ingles mientras
conducía. Al policía que la detuvo le explicó que tenía una cita con su
novio y quería llegar preparada.
Curiosamente se encaminaba a esta cita con su ex marido sentado en el asiento del copiloto y echándole una mano con el volante mientras ella se afeitaba. Como resultado del accidente hay dos personas heridas de poca consideración. Y una considerable cantidad de pitorreos.
Curiosamente se encaminaba a esta cita con su ex marido sentado en el asiento del copiloto y echándole una mano con el volante mientras ella se afeitaba. Como resultado del accidente hay dos personas heridas de poca consideración. Y una considerable cantidad de pitorreos.
¿Ver para no creer? A veces la blogosfera la carga el
diablo y hay noticias que dan miedo. Pero ayer se hacían eco de ésta
desde medios de comunicación descaradamente satíricos hasta otros de
vocación más «seria», como «Slate» o la cadena Fox.
Era la Fox la que «daba» la foto de la conductora, Megan
Mariah Barnes, rubia teñida de 37 añazos y cara de pocos amigos, a quien
el día antes del accidente le habían retirado el carnet de conducir.
Pues ni corta ni perezosa volvió a ponerse al volante mientras procedía a
repasarse la brasileña. Hasta que su Ford Thunderbird del 95 chocó con
un remolque en el que viajaban un hombre y dos mujeres, que resultaron
heridas.
Barnes, que además de todo lo anteriormente mencionado
carecía de seguro, pisó el acelerador en lugar del freno. Unos
quilómetros más allá tuvo la idea de cambiar de asiento con su exmarido,
Charles Judy, y fingir que era él quién conducía. La treta no funcionó
porque las lesiones leves en el pecho de Barnes delataban que era ella y
no Judy quien se encontraba frente al único airbag que se abrió a causa
del accidente.
El policía Gary Dunick relató a Keysnews.com que esto era
lo más impresionante que había visto desde que, hace diez años, paró a
otro conductor más o menos en el mismo sitio, con tres o cuatro
jeringuillas colgando de su brazo. Consciente de la hilaridad general,
Dunick advirtió de que el asunto es “muy grave” y podría serlo más. Sin
ir más lejos a Barnes le puede caer hasta un año de cárcel.