El error no fue detectado por su supervisor, que fue despedido por la entidad.
Ahora, sin embargo, un juzgado laboral alemán ha determinado que el supervisor sólo debería de haber recibido una advertencia y que debe ser readmitido en su puesto de trabajo.
El juez valoró que el día del surrealista incidente el supervisor había revisado 812 documentos a un ritmo en la mayoría de los casos de un documento por segundo.
El dinero nunca llegó a salir del banco dado que otro colega detectó el error y lo corrigió, según explica la BBC.