Un empleado de banca del estado de Hesse, en Alemania, se durmió sobre la tecla 2 y emitió una orden por valor de 222.222.222,22 euros en lugar de 64,2, según informa la BBC.
El error no fue detectado por su supervisor, que fue despedido por la entidad.
Ahora, sin embargo, un juzgado laboral alemán ha determinado que el supervisor sólo debería de haber recibido una advertencia y que debe ser readmitido en su puesto de trabajo.