lunes, 3 de septiembre de 2012

Gana 63.000 euros en la TV y se los gasta antes de que se entere su mujer

Scott Brown, un ciudadano británico de 33 años de edad y en paro (perdió el trabajo por una depresión), ganó en un concurso de televisión de la cadena Channel 4, llamado Deal Or No Deal, 50.000 libras (63.190 euros). Hasta aquí, todo correcto: Brown no es la única persona, aunque no haya demasiadas, que se ha llevado un buen pellizco concursando en TV.

Lo curioso del caso radica en otro detalle.

El bueno de Scott decidió gastarse todo el dinero ganado sin decirle ni una palabra de todo ello a su mujer, Rachel, según relata el Daily Mail. Ambos estaban, y están, en trámites de separación. Para llevar a cabo su plan, Brown disponía de pocos meses. Concretamente, cuatro (periodo que engloba el tiempo desde que se graba el programa hasta que se emite). Y así lo hizo. Scott consiguió patearse los 10 millones de las antiguas pesetas en sólo 120 días, justo antes de que Rachel viera por la tele cómo los ganaba.
El dinero fue empleado en diferentes frentes. Gastó 15.000 libras para liquidar todas las deudas que él y su esposa habían contraído en forma de tarjetas de crédito, préstamos y otros conceptos. También se compró ropa, así como juguetes para sus dos hijos pequeños. Scott reconoce que también uso parte del botín para darse alguna alegría: se compró un iPad, pasó un día de fiesta en México y desembolsó 4.000 libras para hacerse con un Jaguar familiar de segunda mano.
Las últimas libras que le quedaban las usó para costearse un curso de electricista con el objetivo de cambiar de vida radicalmente y empezar de nuevo.
La vida conyugal que llevaban Scott y Rachel no era, para nada, idílica. Por ello, él no quería que su mujer disfrutara de la fortuna ganada. Sobre todo después de haberse enterado que ella se veía con un camionero que había conocido por la red. Las Navidades pasadas, ella le pidió el divorcio alegando que ya no le quería.
Una vez visto el programa, Rachel no se ha quedado de brazos cruzados. Entiende que parte del dinero ganado por quien, todavía, es su marido le pertenece. Los juzgados deberán dirimir quién tiene, o no, razón. De momento, Scott se ha pasado los últimos días a cuerpo de rey. "Que me quiten lo balilado", debe pensar.