Un profesional hará un informe sobre los daños ocasionados tras la intervención de Cecilia Giménez, vecina de la localidad, que actuó sin permiso en una improvisada restauración de la pintura del Ecce Homo, obra de Elías García Martínez.
Esta obra decora uno de los muros de la Iglesia del Santuario de la Misericordia. La familia del pintor cree que el daño es irreversible. La anciana asegura que todo el mundo la veía pintando en la Iglesia y que nunca ha hecho nada a escondidas. Empezó la restauración pero le surgió un viaje y tuvo que irse del pueblo sin acabar el "trabajo". Al volver se encontró con el revuelo montado y la impidieron volver a acercarse a la obra. Ahora cuenta su versión y trata de defenderse de los que la atacan alegando que siempre obró con la mejor de las voluntades. La parte positiva de este hecho es que la Iglesia está recibiendo más visitas que nunca.
Via: ABC de Sevilla.