Una mujer de Seattle acudió a urgencias al ver que el
clímax no le disminuía después de mucho rato de haber practicado sexo
con su pareja.
Es extraño que una persona acabe en urgencias por un orgasmo,
pero esto es lo que le ocurrió a Liz, una mujer de Seattle. Acababa de
tener relaciones sexuales con Eric, su pareja, pero un buen rato después
todavía estaba inmersa en una vorágine de placer.